¿Cómo conocer nuestros valores? ¿Por qué es bueno detectar nuestros valores? Aquí te compartimos unos ejercicios sobre los valores, porque es importante que medites sobre cuáles son tus valores, tomes conciencia de ellos y veas en tus actuaciones cotidianas si te comportas de acuerdo a ellos o no.
Para descubrir tus valores, lo mejor es preguntarte lo que realmente te importa la vida. Recuerda ahora algún momento en el que te encontrabas muy bien, de forma extraordinaria. Visualiza ese instante de tu vida y responde ordenadamente a las siguientes cuestiones:
Realiza estas preguntas para amigos o contigo, con el mayor número de situaciones que puedas, e intenta recrear cada momento lo mejor posible. Para ello es bueno que te preguntes qué pensabas, qué veías, qué olías, qué tocabas, y que consigas sentirte inmerso en ese instante y puedas finalmente descubrir y enumerar qué valores te guiaban en esa situación.
A la inversa, visualiza también alguna situación que recuerdes como angustiosa y que no te fue tan bien:
“El escándalo, en nuestros días, no consiste en atentar contra los valores morales, sino contra el principio de realidad.” (Mario Vargas Llosa)
Analizar situaciones que hayas percibido como buenas y malas, te ayuda a identificar y enumerar los valores, al pensar en profundidad sobre lo que realmente te agradaba y lo que te sacaba de quicio. No debes confundirlos con tus puntos fuertes, que son los recursos o competencias que tienes por encima de la media. Los valores explican y te ayudan a entender cuáles son tus puntos fuertes.
Los valores no tienen porqué ser iguales; por ejemplo, lo que la gente valora de las relaciones personales puede no ser igual a lo que valoran de su vida profesional. Sin embargo, todos tenemos unos valores esenciales que permanecen estables a lo largo de la vida y que aplicamos a los más diversos contextos. Un valor esencial cumple dos características fundamentales: es elegido libremente y te lleva a la acción.
Por ejemplo, supongamos que deseas reforzar tu compromiso en relación al valor respeto. Ante todo, debes comenzar con una declaración concreta de lo que es ese valor: «el respeto es un valor importante para mí, que permite a los demás idéntico nivel de libertad que a uno mismo». Si eres una persona que sabe escuchar, ahora podrías preguntarte lo siguiente:
Estos ejemplos de preguntas te ayudan a reforzar una actuación acorde con un valor concreto escogido, y determinan, con el tiempo, tu grado de creencia y defensa del mismo. Las respuestas a estas preguntas definen los elementos del camino a seguir para expresarlo, proporcionan motivación, e incluso evalúan las posibles barreras.
Para conocer mejor qué valores te son más afines es recomendable el ejercicio de pensar en una persona o personaje a quien admiras, y por qué no, también en otro a quién odias (y es bueno escuchar a algún conferencista motivacional). Seguro que identificas muchos valores que te atraen, y otros que sistemáticamente rechazadas. Por ejemplo, puede que te guste la humildad de algún párroco, o te impresione la capacidad de superación de Stephen Hawking. En contra, puede ser que odies la falta de respeto de tu anterior pareja.
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