Existen montones de consejos para sonreír y ser feliz, pero ¿cuáles son los primeros pasos para empezar a ser feliz? ¿Cómo comenzamos con la felicidad? ¿Cómo podemos empezar a trabajar la felicidad?
En Happiness Play siempre recordamos que la felicidad es algo personal e intransferible, y debemos trabajarla cada uno. Pero de forma genérica, podemos compartir algunas ideas que nos ayudarán a reflexionar y seguro sirven para borrar ciertas creencias y pensar de forma más sana.
La vida en positivo es un excelente prerrequisito para dar los primeros pasos. Es excelente que pienses en positivo, que de verdad vibres con ello, y que te sientas con recursos infinitos para alcanzar todo lo que te propongas. Pero ojo, no seas tan emocional y también proponte algunos planes de contingencia. Al igual que se planifica en las empresas, en tu vida puedes pensar todas las posibilidades futuras como escenarios. Por el hecho de pensar unos minutos sobre un escenario negativo, no por ello lo vas a poner en tu vida, por mucho que algunos gurús se empeñen en repetir que atraes lo que piensas. Lo dejas como una opción pasajera que entiendas que no ocurrirá que, pero llegado el caso, plantea un escenario que conoces. Eso te tranquilizará y te hará responsable para asumir las peores situaciones que puedan pasar.
Al planificar sería bueno preguntarse, ¿qué pasaría si todo sale mal? ¿qué podría ocurrir si mi contexto cambia de la noche a la mañana y no hay forma de conseguir lo que quiero? ¿qué alternativas tendría en caso de que se diera un mal escenario? (creo que esta pandemia nos ha dejado muchas lecciones). Y si esto lo haces relajado, en un momento que sea solo para ti, quizás meditando, mejor que mejor. No es necesario que te obsesiones a repasar los escenarios todo el día, pero al menos piensa un poco a la hora de planificar, o en caso de que no te estén saliendo las cosas como las habías deseado. No hace falta conocer la definición de algoritmo para saber que esto te dará más seguridad y felicidad, sobre todo cuando te vas dando cuenta de lo lejano que vas dejando el escenario negativo.
Valga la redundancia, es la "realidad más real" que puedas encontrar y esto no quiere decir que el futuro no vaya a existir, ni que ya que olvidar el pasado. Cuando se olvida el pasado, podemos volver a cometer los mismos errores (o aciertos) y si no planificamos un poco el futuro, nuestra vida puede dar bandazos sin sentido (y puede incluso apartarnos de nuestro camino a la felicidad). Pero vivir todo el día pensando en lo feliz que seremos en el futuro cuando pasen ciertas cosas, y que muchas veces no pasan, o en todo lo felices que fuimos en el pasado cuando éramos más jóvenes, no es más que una limitación mental para no dar pasos que nos conduzcan a ser más felices HOY.
Sí, sí, hoy, nada de mañana (no olvides cómo hacer un mapa de vida).
Tenemos que hacernos responsables y no parar de construir nuestra felicidad. Pero también recuerda rodearte de las personas adecuadas y situarte en el entorno adecuado, porque muchas personas se empeñan una y otra vez en cambiar a las personas, cambiar el entorno, cambiar a familiares, cambiar a todo el que se mueva.
¿Y qué pasa si cambiamos nosotros? Ahí es donde comienza la pregunta de muchos gurús, y que ofrecen una excelente reflexión inicial. Uno empieza a hacer cambios poco a poco en uno mismo y el mundo se puede ver diferente a tus ojos (medita sobre el mito de la felicidad).
Uno puede cambiar, y el resto del entorno no. Es cuando “cambiar la mirada del observador” puede ser insuficiente y habría que tener el valor de cambiar de contexto. Es a lo que denominan salir de tu zona de confort. Pero cuidado con las lecturas de algunos expertos, porque se contradicen. Muchas veces, cambiar de perspectiva puede no cambiar el mundo, y permanecer en tu zona de confort no es en sí malo. Es decir, hazte responsable de buscar tu felicidad -no la que otros quieran-, con las personas adecuadas -alejándote de los vampiros emocionales-, en el sitio adecuado -saliendo de entornos tóxicos-, porque se gestiona la felicidad. Si te vinculas a personas que te complican la vida (sí, sí, sí, muchas veces son familiares), te quedas en sitios que no te aportan valor, y encima ni siquiera sabes lo que te hace feliz… ¿cuál crees que será tu estado de ánimo?
La felicidad va y viene, pero el aprendizaje queda. La vida nos trae problemas, y nuestra experiencia nos ofrece nuevas formas de enfrentarlos. Cuanto antes aceptemos la realidad, aprendamos a resolver los problemas, y evitemos apegarnos a los resultados (sean buenos o malos), antes conseguiremos vivir con mayor paz (idea fundamental para vivir sin estrés). Y de sobra es sabido que la paz da tranquilidad y mucha felicidad.
Es genial ayudar a los demás, eso te llena de energía y felicidad. Hay algunos estudios que dicen que uno se siente mejor cuando regala a los demás que cuando se regala a uno mismo. Al margen de ese tipo de aportes tan interesantes, la pregunta es, ¿realmente las personas requieren tu ayuda? ¿realmente se quieren dejar ayudar? ¿realmente van a mejorar si les intentas ayudar?
Aquí comienza una de las mayores amenazas de estrés que sufrimos las personas, que consistente en la impotencia de ver como otros no quieren cambiar pese a que les estamos aportando consejos que nos dieron éxito en el pasado. Y como dirían los programadores de sistemas… se entra en un bucle. Sin duda un buen momento para practicar ejercicios de coaching para parejas.
Para ser feliz hay que poner el valor respeto por delante de multitud de situaciones (cómo saber qué valores tengo). ¿Qué mis familiares apoyan a hacer ciertas cosas que son ventajosas para todos? Es su problema. ¿Qué mis amigos no atienden cuando los necesito? Ellos sabrán, a mí que me respeten si luego hago lo mismo. ¿Qué el jefe lo quiere manipular todo? Nos responsabilizamos de nuestras tareas y no de las locuras de otros. Y ya… las mochilas emocionales que cargue cada uno con la suya.
Acabamos de sintetizar cinco ideas que nos ayudarán en los primeros pasos para empezar a ser feliz. Recuerda que lo único que no tiene solución es la muerte, y tampoco es sano preocuparse todo el día por ella, pues llegará, queramos o no. Pero para cuando llegue, que nos encuentre con la mejor sonrisa y sabiendo que hemos hecho lo que tenías que hacer. Ahora puedes empezar a gestionar la felicidad con la Metodología Autocoaching que te ofrecerá una potente metodología para gestionar tu felicidad. Descubre ya la plataforma de la felicidad Happiness Play
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Gran artículo, me encanta tu forma de redactar. Los datos dados de su sitio me parecieron geniales. Voy a guardar el web en mis favoritos de felicidad. Que vaya bien. Alex